Realizando conservas y mermeladas en tu vitrocerámica

Realizando conservas y mermeladas en tu vitrocerámica

La fabricación de conservas y mermeladas caseras ha sido una tradición desde hace años, ofreciendo una manera deliciosa de conservar la cosecha de frutas y verduras para disfrutarlas durante todo el año. Una de las preguntas más frecuentes es si es posible realizar este proceso usando una vitrocerámica. Afortunadamente, la respuesta es afirmativa. Las placas vitrocerámicas proporcionan un calor uniforme y controlado que es ideal para cocinar a fuego lento las mermeladas y hervir las conservas.

¿Por qué utilizar la vitrocerámica para tus conservas y mermeladas?

Las placas vitrocerámicas se han popularizado en los hogares debido a su facilidad de uso y limpieza, además de su elegancia y modernidad. Pero más allá de su estética, hay razones prácticas por las que son excelentes para preparar conservas y mermeladas:

  • Calor uniforme: asegura que la fruta se cocine de manera homogénea.
  • Control de temperatura: permite ajustar con precisión la potencia del calor.
  • Superficie lisa: evita que las ollas se muevan durante el proceso de llenado y cerrado de tarros.
  • Fácil limpieza: cualquier derrame puede limpiarse rápidamente sin afectar la cocción.

Materiales y preparación previa

Lista de materiales

Antes de comenzar, necesitarás los siguientes materiales:

  • Ollas de acero inoxidable o aluminio.
  • Tarros de conserva con tapa y banda (esterilizados).
  • Pinzas para tarros.
  • Embudo para conservas.
  • Cuchara de madera o de silicona.

Preparación del área de trabajo

Asegúrate de limpiar bien tu área de trabajo y esterilizar tus tarros y tapas. Puedes hacerlo hirviéndolos en una olla grande de agua durante 10 minutos o utilizando tu lavavajillas en un ciclo caliente. Mientras tanto, prepara la fruta o las verduras que deseas conservar o convertir en mermelada, lavándolas y cortándolas según sea necesario.

Pasos para hacer mermeladas en la vitrocerámica

La mermelada es una manera deliciosa de preservar el sabor de tu fruta favorita. A continuación, te ofrecemos una guía paso a paso para hacerla en tu vitrocerámica:

  1. Prepara la fruta limpiándola, pelándola y cortándola según sea necesario. La cantidad de azúcar y pectina varía según la fruta y tus preferencias.
  2. Combina la fruta con azúcar y pectina en una olla grande y caliéntala a fuego medio-alto en la placa vitrocerámica hasta que el azúcar se disuelva completamente.
  3. Una vez disuelto, aumenta la temperatura, llevando la mezcla a un hervor rápido que no cese al remover.
  4. Mantén este hervor fuerte durante el tiempo especificado en la receta, generalmente unos minutos, revolviendo constantemente para evitar que la fruta se pegue.
  5. Haz la prueba del plato frío para verificar si la mermelada ha alcanzado su punto de gelificación.
  6. Retira la olla del calor y llena los tarros esterilizados con la mermelada, dejando un espacio libre al tope. Limpia los bordes, cierra las tapas y prosigue con el proceso de sellado.

La prueba del plato frío

La prueba del plato frío es una técnica sencilla para verificar si la mermelada está lista. Consiste en colocar un plato en el congelador antes de comenzar a hacer la mermelada. Para hacer la prueba, vierte una pequeña cantidad de mermelada en el plato frío y espera un minuto. Inclina el plato y si la mermelada se arruga y no se extiende rápidamente, está lista.

Proceso de conservación en la vitrocerámica

La conservación de alimentos implica envasarlos en tarros y luego hervirlos para crear un sellado hermético. Este proceso, conocido como baño María, es esencial para que las conservas duren mucho tiempo.

  1. Llena los tarros con tus verduras o preparaciones, dejando espacio libre en la parte superior. Limpia los bordes y coloca la tapa y banda.
  2. Coloca los tarros llenos en una olla grande y cubre con agua por al menos 2 pulgadas por encima de los tapones.
  3. Calienta la olla a fuego medio-alto hasta llegar a un hervor y mantenlo durante el tiempo especificado en tu receta.
  4. Una vez completado el tiempo, apaga la vitrocerámica y deja que los tarros se enfríen en el agua.
  5. Finalmente, retira los tarros del agua y deja que se enfríen completamente antes de verificar que están debidamente sellados.

Consejos finales

  • Comprueba que los tarros están debidamente sellados, la tapa no debe flexionarse al presionarla en el centro.
  • Etiqueta tus conservas y mermeladas con la fecha de elaboración para llevar un control.
  • Almacena en un lugar fresco, oscuro y seco para maximizar la durabilidad.

Preparar conservas y mermeladas en tu vitrocerámica puede ser una actividad familiar divertida y gratificante, además de ser una excelente manera de disfrutar de los sabores de la temporada durante todo el año. Sigue estos consejos y pasos básicos y estarás en camino de crear deliciosas conservas y mermeladas caseras en la comodidad de tu hogar.

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